Para quienes disfrutan de recorridos singulares, el Camino de Hierro ofrece una travesía de 7 kilómetros entre Salamanca y Portugal, donde se unen historia, paisaje y emoción. Esta antigua vía férrea del siglo XIX, hoy habilitada como sendero turístico, atraviesa túneles excavados en la roca, puentes colgantes y cañones fluviales, ofreciendo vistas espectaculares sobre los afluentes del Duero. Un itinerario único en el corazón de los Arribes.
Una ruta entre puentes, túneles y viñedos
Recorrer el Camino de Hierro es como viajar en el tiempo. La ruta, que sigue el antiguo trazado ferroviario, atraviesa espectaculares puentes metálicos y más de una docena de túneles excavados en la roca, algunos de ellos de más de 1 km de longitud. No olvides llevar linterna, porque el interior de los túneles es oscuro y misterioso, perfecto para los aventureros.
Mientras caminas, el paisaje te regala impresionantes vistas de los cañones del Duero y sus afluentes, un escenario natural que no deja indiferente a nadie. Y, si levantas la vista, descubrirás los viñedos que se asoman desde la orilla portuguesa, recordándote que el vino también es parte del camino.
Un plan perfecto para completar tu aventura
Después de la caminata, ¿qué mejor que disfrutar de una copa de vino de la Ruta del Vino Arribes? Esta región ofrece bodegas centenarias, catas de vinos únicos y una gastronomía que enamora.
Si quieres saber más sobre la historia del ferrocarril en España, visita la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, donde encontrarás información fascinante sobre el patrimonio ferroviario.
¿Te atreves a recorrer el Camino de Hierro?
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